La Congregación Padre Paúles ha impulsado una profunda transformación de su sede en Barcelona, mediante una reforma integral orientada a adaptar el conjunto histórico a las necesidades actuales de uso, habitabilidad y servicio.
El proyecto ha contemplado la reordenación volumétrica del interior de manzana, con el derribo de edificaciones en desuso y la construcción de un nuevo edificio de dos plantas, concebido como una reinterpretación moderna del claustro tradicional. Esta nueva edificación articula los espacios comunitarios con un lenguaje arquitectónico contemporáneo que respeta la identidad del conjunto.
Además, se ha ejecutado el derribo parcial de la residencia existente para levantar un nuevo edificio de tres plantas que alberga una nueva capilla, oficinas y habitaciones para invitados. La intervención también ha incluido la renovación completa de las instalaciones del conjunto y la restauración de las fachadas de la iglesia histórica, integrando patrimonio y funcionalidad en una propuesta arquitectónica coherente y sostenible.